Hace apenas unas semanas, el CFT Estatal de la Araucanía celebró un hito importante para la región: su primera promoción de estudiantes en los campus de Angol. Este centro de formación técnica, que ofrece más de nueve carreras, entre ellas Analista Programador, Técnico en Electricidad y Automatización, y Logística Empresarial, ha recibido millonarias inversiones para mejorar sus instalaciones.
Ante esta realidad, el reciente logro del CFT Estatal debe servir como un impulso para que tanto las autoridades locales como regionales trabajen en la instalación de una nueva sucursal de este centro en Villarrica. No solo se debe promover la llegada de este CFT, sino también generar instancias que atraigan a otras casas de estudio hacia nuestra comuna. Esta es una medida urgente que diversificaría el acceso a la educación superior y permitiría a cientos de jóvenes villarricenses formarse en diversas áreas, sin tener que abandonar su comuna ni enfrentar las dificultades económicas que implica vivir fuera.
Villarrica, con más de 100.000 habitantes, forma parte de la Zona Lacustre, que concentra más de 200.000 personas. Es una de las comunas más densamente pobladas de la región, con servicios básicos bien desarrollados, un atractivo turístico incuestionable y un crecimiento urbano que la posiciona como un punto neurálgico de la región. Sin embargo, esta pujanza se ve opacada por la escasa oferta educativa superior disponible para sus jóvenes, quienes cada año deben emigrar a Temuco en busca de otras alternativas, incurriendo en altos costos de arriendo, transporte y vida estudiantil. A pesar de que la gratuidad alivia en parte esta carga, muchos jóvenes siguen quedando fuera del sistema educativo debido a la falta de opciones cercanas.
Hoy, Villarrica necesita convertirse en un polo educativo que, más allá de las opciones actuales limitadas a las áreas de educación, turismo y mecánica, ofrezca carreras en campos tecnológicos, científicos y humanísticos, disciplinas fundamentales para el desarrollo de la región. Es necesario que las autoridades asuman su responsabilidad y promuevan inversiones educativas que estén a la altura del crecimiento de la comuna.
Villarrica ha demostrado su capacidad para crecer, pero para que ese crecimiento sea inclusivo y sostenible, es esencial que se invierta en infraestructura educativa superior. Si bien este es un desafío histórico para la nueva administración comunal, atraer la instalación de un CFT estatal en la comuna es una respuesta clara y directa a las necesidades de la juventud y el desarrollo de la comuna.
Mientras tanto, los jóvenes de Villarrica siguen buscando oportunidades fuera, con la esperanza de regresar algún día a una comuna más preparada, más fuerte y, sobre todo, más justa.
Juan Alarcón Córdova Director Villarrica al Día