Skullthor es un talentoso artista y artesano que ha recorrido un largo camino desde sus inicios en Cerro Navia, Santiago, hasta establecerse en Villarrica, donde actualmente lidera un equipo de creativos en «Numme Studio». Desde pequeño, Skullthor mostró un gran interés por el arte, creando sus propios juguetes con plasticina, lo que lo llevó a iniciar un pequeño negocio vendiendo figuras artesanales. Sin embargo, el camino no siempre fue fácil. A lo largo de su juventud, Skullthor enfrentó problemas con las drogas y la delincuencia, una lucha que casi lo llevó a perder a su familia y su pasión por el arte.


Hace siete años, junto a su esposa e hijo, se trasladó a Villarrica con solo 5 mil pesos en el bolsillo. Fue en esta ciudad donde su madre le trajo de vuelta una masilla para crear figuras, y así renació su amor por la escultura. A pesar de haber perdido algo de práctica, Skullthor continuó perfeccionando sus habilidades, lo que lo llevó a ser contactado por un coleccionista de Dragon Ball, quien lo invitó a participar en un emocionante proyecto: la creación de piezas para un futuro museo temático de Dragon Ball llamado «Museo Temático del Dragón».
Skullthor ha estado trabajando durante un año y medio en este ambicioso proyecto, fabricando figuras en resina, vellón, fibra de vidrio y utilizando materiales naturales de la zona, como madera nativa, lava volcánica y arena de la playa. Su estudio, «Numme Studio», está compuesto por un equipo de profesionales locales, desde modelistas hasta pintores, todos comprometidos con la creación de arte a gran escala.

Además, Skullthor lleva adelante un nuevo proyecto llamado «La Bella Ruka», en el que fabrica piezas en resina que representan un ecosistema natural y artificial, adaptado a los gustos y necesidades de cada cliente.


Skullthor no solo se dedica al arte, sino que también busca inspirar a los jóvenes y a la comunidad en general a no perder el gusto por la creatividad. Según él, «el arte me salvó la vida», ayudándolo a escapar de las calles, la delincuencia y las drogas. Hoy, Skullthor es un ejemplo de cómo la pasión por el arte y la cultura puede cambiar vidas y construir un futuro lleno de creatividad y posibilidades.
En Villarrica, el arte y la cultura están más vivos que nunca gracias a artistas como Skullthor, que desde el sur de Chile están haciendo su marca en el mundo del coleccionismo y la creación artística para proyectos de alcance internacional.





